Maria Luiza Walendowsky, hace en este su primer libro un homenaje a la vida, al amor, al perdon y a la reconciliacion, grita a los cuatro vientos con pasion, sus penas y en letras llenas de dulzura se ilumina para, mirando al infinito, recordar a su padre, arquitecto de su tenacidad, edificador de sus creencias y brazo ilimitado de su caminar. A traves de sus ojos, la vida va pasando y luego de dejar dolor y angustia, se redime para alcanzar metas, sustentar las creencias, alivianar su propia vida, entender lo doloroso y construir a partir de la luz de su mirada, un cielo lleno de esperanzas y castillos verdaderos. En una lengua que como el espanol cree haber hablado en algun momento de su vida metafisica, Maria Luiza, canta a la vida en verso, en trova y coloca sus sentimientos al alcance de sus lectores, como un ejemplo de rectitud en el caracter, honesta, seria, amorosa y amiga. Maria Luiza, es una guerrera, que teniendo como escudo la memoria de su padre, va entregando amor, para cumplir su promesa de serle fiel a la vida.
